Pelea

     Sali del psicologo, resulta que mi madre no entiende que suspenda ocho, bastante cabreado asi que decidi parar en Bonilla y tomarme un cafe con un par de churros. Antes de irme decidi llevarme unos 10 churros para el camino. El psicologo me habia estado haciendo una serie de pruevas estupidas, de las cuales la ultima no me salio muy bien. Se trataba de encontrar la relacion de un par de objetos entre unos cuantos mas, debias adivinar la relacion y los objetos relacionados al mismo tiempo. Mi problema, esque dado mi nivel de aleatoreidad era capaz de encontrar relaciones mas o menos coherentes entre todos los objetos, y no sabia decidir cual era la mejor, ya que solo habia una solucion correcta.

      Si, la verdad esque estaba realmente cabreado. Tenia ganas de que me apareciese algun maleante con ganas de tocar las pelotas y poder tener una buena pelea, en realidad me daba igual ganar o perder. Ya solo me quedaban tres churros que habia dejado en la bolsa para darselos a mi madre cuando llegase a casa. Llevaba un rato caminando y en ese momento se me acerca un tipo por la izquierda diciendo:
-...eh tio, me das algo? hace dias que no como....

     Deberia tener unos 35 años, aunque la calle no le sienta bien a nadie asiq quizas tuviera menos. Pelo corto, ojos claros, chandal gris con chaqueta de tela azul. Si me lo hubiesen presentado en condiciones normales no hubiese dicho que era un indigente, es mas, entonces aun lo dudaba. Lo unico que lo delataba era su voz, nasal y renqueante, aunque de una seriedad honorable. Y la verdad, no parecia que llevase mucho tiempo sin comer... grosso modo se habria saltado la merienda. Aun asi no parecia que buscase pelea.


     Hace dos años, mas o menos, me encontraba en el Parque Santa Margarita con dos amigos, Alex y Daniel, gemelos, venezolanos. En realidad habiamos quedado con mas gente pero ellos se fueron a acompañar a uno a su casa, en un rato Sabela y Alvaro volverian. El caso esque mientras estabamos alli sentados, charlando, aparecion un tipo llamado Sucre, latino, 3 años mayor que nosotros o asi, con pintas de cani y acompañado de un pringadillo que no se merece un hueco en mi memoria. Charlamos con el, vino a bacilarnos pero nosotros eramos demasiado jovenes e idiotas como para darnos cuenta de buenas a primeras. Nos pidio dinero, que no le dimos, y le rompio el helado a Daniel, nadie le rompe un helado a un amigo. Tambien le rompio el paraguas a Alex, pero eso carecia de importancia, no es lo mismo que un helado. El tipo se fue con su acompañante y nos dejo alli humillados. Pensamos que eramos unos nenazas y que la proxima vez que pasase algo asi nos enfrentariamos al agresor.
   
     La justicia divina nos recompenso haciendo que Sucre volviese en 15 minutos. Daniel se puso un poco chulito y yo intente calmar las cosas, a lo que Sucre respondio escupiendome en la bota. Nadie me escupe. Mi cara fue cambiando hacia una furiosidad latente. El tipo se me encaro preguntandome si queria problemas, su cara estaba apenas a unos centimetros de la mia, le respondi que no sin moverme un milimetro. Entonces Daniel dijo algo y Sucre se giro quedando en un angulo de noventa grados desde mi perspectiva. Algo dijo Daniel que realmente cabreo a Sucre, le iba a pegar. Nadie pega a un colega. Antes de que todo pasara respire ondo y le propine un puñetazo en la mandibula. Nadie le rompe un helado a un amigo. Nadie me escupe. Nadie le pega a un colega. Mi intencion real era dejarlo KO de un solo puñetazo, pero simplemente se balanceo hacia la derecha y cargo contra mi en cuanto se estabilizo. Podria haber atacado en ese tiempo, pero mi desconcierto al verlo de pie fue tal que no supe reaccionar. En cuestion de segundos, y despues de habernos golpeado mutuamente lo suficiente, yo ya estaba en el suelo. Cuando em levante el tipo se encontraba corriendo a 20 metros de mi, no se donde se habia metido su colega. Pero al parecer Alvaro y Sabela habian llegado durante la discusion, cosa de la que no me di cuenta hasta que vi a Sabela sujetandome. De lo que no me di cuenta tambien esque una vez en el suelo Sucre me habia propinado una patada en la cara. Y de que habia huido gracias a un viejuno que se puso a gritar "¡¿Que pasa ahi?!" y no por mi ferocidad.

  
-Toma tres churros.

    Me parecio que aquel indigente necesitaba mas esos curros que mi madre. No me parecio un asunto lo suficiente importante como para pedirle pelea a aquel tipo.